El 6 de abril, en el marco de la Celebración de Pascua, nos reunimos en comunidad para hacer memoria agradecida de nuestro querido Hermano Hector. Compartimos imágenes y recuerdos, escuchamos testimonios de su huella en nuestras vidas y su espíritu que ha impregnado cada rincón del colegio donde su presencia serena y alegre nos recuerda el amor de Dios a diario. Nos sentimos unidos como constructores de comunidad e invitados a seguir haciendo posibles sueños locos que sean el reflejo de una escuela que celebra la vida con alegría y entrega.
La Eucaristía siempre es una acción de gracias. Y esta vez dimos gracias por haber tenido el regalo de su vida entre nosotros. Nos acompañaron también el Animador General y su Consejo, quienes nos visitaron en abril.